No Juzgue, para que no Sean Juzgados

Reina-Valera 1909, Mateo 7:

¹ NO juzguéis, para que no seáis juzgados.

² Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados; y con la medida con que medís, os volverán á medir.

³ Y ¿por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu ojo?

⁴ O ¿cómo dirás á tu hermano: Espera, echaré de tu ojo la mota, y he aquí la viga en tu ojo?

⁵ Hipócrita! echa primero la viga de tu ojo, y entonces mirarás en echar la mota del ojo de tu hermano.

 Deberíamos ser amables y perdonar. Pero también debemos decirles a nuestros hermanos y hermanas sus pecados o esos pecados se vuelven nuestros, pero eso no significa que los obliguemos a cambiar.  Es su decisión: 

Reina-Valera 1909, Ezequiel 33:

⁸ Diciendo yo al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, mas su sangre yo la demandaré de tu mano.
 
Comprenda que tenemos la obligación de decirles, pero eso no significa que debamos juzgarlos o llamarlos por su nombre:

 Reina-Valera 1909, Mateo 5:

²¹ Oísteis que fué dicho á los antiguos: No matarás; mas cualquiera que matare, será culpado del juicio.

²² Mas yo os digo, que cualquiera que se enojare locamente con su hermano, será culpado del juicio; y cualquiera que dijere á su hermano, Raca, será culpado del concejo; y cualquiera que dijere, Fatuo, será culpado del infierno del fuego.

Por lo tanto, debemos ser cuidadosos al juzgar, con cuidado de no decir nada a otros no involucrados, y con cuidado de actuar con palabras que condenan porque Yeshuah nos juzgará por nuestras palabras y nuestras acciones.